LIBERTAD PARA COMPARTIR 10-8-2008 pm

TEMA: LIBERTAD PARA COMPARTIR
PREDICADOR: Pastor Antonely Rodas
FECHA: domingo 10-8-2008
LUGAR: Iglesia Cristiana Genesaret
Mazatenango Suchitepéquez,
Guatemala Centro América.

"Jesús dijo, donde está tu corazón, está tu tesoro"

Los judíos que se compungieron de corazón y se convirtieron a Cristo, empezaron a experimentar una dimensión gloriosa, a través de la Revelación del maravilloso Espíritu Santo, conjuntamente con los Apóstoles y los demás discípulos.

Es importante tomar en cuenta que la Iglesia de Cristo en sus inicios estaba gozando una experiencia de libertad nunca experimentada, la escritura en el relato de los Hechos de los Apóstoles nos dice que todo lo compartían.

Hechos 2:44 RV60 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas;

Cuando nos referimos a libertad, lo hacemos en el contexto de estar reunidos los que creen en Jesucristo como Señor, y compartían en una forma espontánea todas las cosas. En este tiempo la Iglesia verdadera, ¿cuál es la iglesia verdadera? Nos preguntaremos, es la que hace la voluntad de Dios ¿cuál es la voluntad de Él? Es la que hizo Jesús como hijo para hallar complacencia del Padre. La misma Palabra de Dios nos revela una dimensión gloriosa y esta escrito en la 2ª Epístola a los corintios.

2Corintios 3:16-17 RV60 Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará. (17) Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

Sólo por el Espíritu Santo habrá libertad para llegar a conocer la voluntad del Padre, y así mismo nos ayudará para poder cumplir no importando que hay que dejar o a que enfrentarnos, o también si es necesario dar sin escatimar, para lograr consolidar el Ministerio Apostólico. Cuando se hace referencia a dicho ministerio es en el contexto que todo aquel que es enviado para poder cumplir una misión que conlleva la expansión del reino, y que toda criatura pueda llegar a reconocer su verdadera razón para vivir es reconocer a Jesús como el Cristo para gozar del privilegio de ser hijo de Dios.

Ampliando esta enseñanza sobre la libertad que experimentaba la Iglesia
Apostólica, es necesario comprender el significado del vocablo en hebreo.

LIBERTAD: Espontaneidad de flujo, jubileo,

La mentalidad Judía de ser espontáneo para poder compartir entre hermanos y darle lo que corresponde al Dios de Abraham, estaba enmarcada en la ley que recibió Moisés para su pueblo, ellos tenían bien claro por practicar el año sabático o JUBILEO.

JUBILEO

Considerado también «Año sabático», tenía lugar cada 50 años, o sea al finalizar un período de 7 veces 7 años, y se anunciaba con toque de trompetas.

Levítico 25:8-10 NVI "Siete veces contarás siete años sabáticos, de modo que los siete años sabáticos sumen cuarenta y nueve años, (9) y el día diez del mes séptimo, es decir, el día del Perdón, harás resonar la trompeta por todo el país. (10) El año cincuenta será declarado *santo, y se proclamará en el país la liberación de todos sus habitantes. Será para ustedes un jubileo, y cada uno volverá a su heredad familiar y a su propio clan.

Se dejaba descansar la tierra; cada propietario recobraba las posesiones que se hubiera visto obligado a vender, hipotecar o enajenar de otro modo, excepto las casas situadas dentro de ciudades amuralladas; los esclavos hebreos, inclusive sus familias, quedaban en libertad (Éxodo 21:1-6). Empezaba con una fiesta de nueve días, que terminaba con el Día de Expiación. Mediante el jubileo se conservaba cierto equilibrio económico, evitando el latifundismo y la acumulación de riquezas por unos mientras otros quedaban por completo desposeídos. También era ocasión para intensificar la instrucción de la juventud en la ley de Dios y en el temor de su nombre.


El año del Jubileo se caracterizaba por lo siguiente:

Prohibición de sembrar y cosechar. Solo se comería lo que la tierra produjera espontáneamente (Levítico 25, 11, 12).

Devolución de las tierras a sus primeros propietarios o a sus herederos (Levítico 25.13-17, 23, 23; 27.16-24). Los bienes raíces se consideraban inalienables, y tan solo su usufructo podía cederse durante algún tiempo: el valor de una tierra estaba determinado por el número de años que mediaran entre la venta y el Año del Jubileo, porque al llegar este último, el propietario recobraba sus bienes, sin indemnización.

Liberación de todos los esclavos israelitas (Levítico 25.39-55), los cuales regresaban "a su familia, y a la posesión de sus padres", con sus mujeres e hijos.

En parte Dios estableció el año del Jubileo para evitar que los israelitas oprimieran a sus hermanos (Levítico 25.17). Un efecto de esto sería prevenir la formación de un sistema de clases sociales permanentes. En Año del Jubileo daba a cualquier israelita la oportunidad de reconstruir su vida económica y socialmente.
Fuera de Jeremías 34.8-22 y Nehemías 5.1-13, la Biblia no ofrece ninguna confirmación de la puesta en práctica del año del Jubileo. Según la tradición rabínica, no se observó después del destierro. Tampoco parece haberse observado estrictamente antes del destierro, pues de lo contrario no se explicarían las quejas de los profetas contra los acaparadores.

Habiendo explicado sobre la celebración del Jubileo se comprenderá la Revelación dada por el Espíritu Santo al respecto de la liberalidad de la Iglesia Primitiva, porque estaban reconociendo que su verdadero Jubileo era Cristo que los estaba rescatando de la esclavitud y les iba a restituir todo lo que habían perdido por no tener una verdadera relación con el Eterno como Padre de Misericordias, solamente por medio de Cristo, lo alcanzarían, y es fundamental reconocer que la mentalidad judía había sido quebrantada, para que pudieran gozar de la dimensión maravillosa de creer en aquel que había anunciado el mismo Moisés que dijo que vendría alguien más grande que él.

Hechos 2:45 RV60 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.

Algunos teólogos se han atrevido a afirmar que los creyentes nos les importó deshacerse de sus bienes materiales, porque creían que era eminente la segunda venida de Jesucristo, en un racionamiento humanista por supuesto que es aceptable, pero bajo la Unción del Espíritu Santo no es concebible dicha tesis, sino que todo aquel que teniendo la revelación del Reino, esta dispuesto a dejar o darlo todo por amor a Cristo y así mismo aprende a cumplir la ley de Cristo.

Gálatas 6:2 RV60 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

Cuando se es nacido de nuevo, se sabe o discierne en donde debe estar, con quién estar y que se debe hacer, se reconoce la cobertura.

Hechos 2:46-47 RV60 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, (47) alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.