La Verdadera Fiesta
Debemos ansiar el encuentro con nuestro Señor, así como el novio anhela estar junto a la novia
Hechos 2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar.
Así como los discípulos esperaban al Espíritu Santo, así debemos esperar la venida de nuestro Señor.
Había 120 discípulos, así como en el Tabernáculo, había 60 postes de madera de acacia, y en ellos 120 cuerdas hechas con pelo de cabra, figura de los 120 discípulos. También los 120 lazos representan la palabra y la unción, el numero 60 múltiplo de 6 que es el hombre.
10 numero de responsabilidad, 12 números de autoridad, 12 x 10 = 120 número de autoridad con responsabilidad.
Cuando la iglesia de Cristo tiene llamado esta en donde el Espíritu Santo le indica en donde estar. La iglesia del Señor tiene la responsabilidad de llevar la palabra, las nuevas buenas. El Señor dijo que Cristo me delego.
Pero sin unción no hay autoridad, y cada día debemos de ser llenos de esa unción, anhelar tener todos los días esa llenura del Espíritu Santo.
Aprovechar la tecnología para aprender la palabra.
La venida del Espíritu Santo fue 10 días después de la asencion del Señor, a los 40 días ascendió al cielo, la iglesia necesita ser más responsable.
El Señor resucito y 40 días estuvo revelando la palabra 10 días después ascendió.
PERSEVERAR:
Implica anhelo, diligencia, constancia en sentido más amplio se refiere en forma organizada.
La iglesia necesita ser unida.
Si no buscamos ser más responsables e intachables, será un palabrerío de hombre, y no una revelación del Espíritu Santo. Debe de haber un orden. Pero el diablo se empeña en poner desorden en la iglesia. Venimos de una cultura desordenada, debemos poner el ejemplo y hacer el cambio.
Es el tiempo que todos estemos en la misma dimensión en la cual nuestro Pastor esta, de lo contrario no entenderemos la revelación que el Espíritu le ha otorgado.
El cuerpo necesita también un equilibrio, porque la mente quiere hacer una cosa pero el espíritu nuestro quiere hacer lo que el Señor demanda, entonces hay una guerra interna, porque la carne quiere lo material y el espíritu desea lo que viene de Dios.
Debemos de conquistar nuestra alma, para anhelar más lo celestial que lo material.
De los 120 hombres y mujeres, que lucha tendrían en ese momento en que esperaban la llegada del Espíritu Santo, porque era una fiesta judía al mismo tiempo. Ellos estaban orando y la iglesia debe de estar también orando unánimes.
Hechos 2:4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
Estas eran lenguas humanas, y la unción los hizo hablar de las maravillas de Dios.
Hechos 2:7 Desconcertados y maravillados, decían: "¿No son galileos todos estos que están hablando?,8 ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oye hablar en su lengua materna? 9 Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia,10 de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia cercanas a Cirene; visitantes llegados de Roma; 11 judíos y prosélitos; cretenses y árabes: ¡todos por igual los oímos proclamar en nuestra propia lengua las maravillas de Dios!", 12 Desconcertados y perplejos, se preguntaban: "¿Qué quiere decir esto?",13 Otros se burlaban y decían: "Lo que pasa es que están borrachos." 14 Entonces Pedro, con los once, se puso de pie y dijo a voz en cuello: "Compatriotas judíos y todos ustedes que están en Jerusalén, déjenme explicarles lo que sucede; presten atención a lo que les voy a decir.
La unción es buscar el privilegio que el Señor nos ha dado, no es simple mente alabar, exaltar, sino hablar de las maravillas que Dios tiene para nosotros, entregar nuestra vida como esa ofrenda viva para El.
Debemos de tener pasión, ímpetu, de llenarnos de la palabra de Dios, y de la unción que nos moverá a ser mejores cada día, porque tendremos que dar testimonio, y toda oportunidad que tengamos hablaremos de las cosas grandes y bellas que el Señor nos ha enseñado y las bendiciones que ha derramado sobre nosotros y las que derramara.
El hombre que se equivoco esta aquí, quien dejo el apostolado, abandono su ministerio, esta aquí porque los ungidos de Dios son los que están dispuestos de dar el paso adelante para que sea tomado en cuenta para realizar los prodigios que el Señor nos ha prometido.
Así como Pedro se puso de pie con los once, en unidad, aunque negó al Señor, se levanto como un ungido para defender a los 120.
Ya el Señor nos dijo, "No se preocupen de lo que hablaran porque el Espíritu los guiara".
Debemos ponernos de pie y decirle al Señor "Aquí estoy has en mi, tu voluntad y que tu Espíritu Santo me llene cada día mas, para que cada día haya más de ti y menos de mi".
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