CONSEJOS SABIOS PARA LA VIDA

Maestro de la Palabra Kenneth Anleu
Iglesia Cristiana Genesaret
Domingo 21 de Marzo del 2010

Eclesiastés 11:8 Versión Aramea
Si el hombre vive larga vida y durante ella es dichoso, que se acuerde siempre de los días de oscuridad, que serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad.

INTRODUCCIÓN:

La vida promedio de un hombre puede medirse o estudiarse de varias formas o con varios métodos, pero probablemente el más adecuado sea agrupándolo por rangos de edad. Esto permite tanto a médicos, psicólogos, sociólogos, biólogos, y a muchos otros profesionales no solo estratificar de forma estandarizada al hombre, sino darse cuenta que determinados fenómenos biológicos, psicológicos, y patológicos, suceden o tienen predilecciones, y en ocasiones exclusividades, en determinados segmentos de edades y aún por sexo.

Para propósitos didácticos del presente estudio bíblico nos aprovecharemos de esta metodología y la modificaremos levemente, para que quienes escuchen o lean este mensaje les sea más fácil su comprensión y aplicación de forma beneficiosa para sus vidas.

I. TODO TIENE SU TIEMPO:

Eclesiastés 3:1 – 2 Versión aramea
Para todo hay un tiempo oportuno, y hay tiempo para todo propósito bajo el sol: hay tiempo de nacer, y tiempo de morir

Eclesiastés 11:8 Versión aramea
Si el hombre vive una larga vida y durante ella es dichoso, que se acuerde siempre de los días de oscuridad, que serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad.

Existen varias clasificaciones etáreas del hombre, algunas por intervalos de edad que abarcan desde el primer mes de vida, menores de un año, antes de los cinco años, etcétera, hasta llegar a edades avanzadas; otras clasificaciones los toman por ciclos de vida separando por niñez, pubertad, adolescencia, adultez, ancianidad o senectud; y aún hay otras formas de clasificaciones, todo depende de lo que se desee estudiar e identificar; pero a nosotros que estamos interesados en estudiar la relación del hombre con Dios vamos, para propósito de este estudio, a definir únicamente tres etapas, las cuales figurativamente La Palabra los menciona como amanecer, día y noche.

El hombre tiene un amanecer que es la niñez, que involucra desde el nacimiento hasta la adolescencia, o sea de 0 a 15 años; también tiene un día de esplendor que va de los 16 alos 50 años; y un anochecer que inicia después de los 51 años y que cada vez declina más.
En cada etapa de la vida el hombre tiene características que lo distinguen, tanto en el carácter, el grado de madurez, derechos, responsabilidades familiares, civiles y personales.

De la misma manera en la vida espiritual el hombre tiene 3 etapas en su relación con Dios:

a. La etapa de niño que abarca desde los primeros días del nuevo nacimiento hasta que el cristiano se encuentra listo para tomar responsabilidades dentro del reino de Dios, esta etapa se caracteriza porque el cristiano depende totalmente de sus padres espirituales y hermanos mayores en Cristo, pero principalmente depende de Dios; este cristiano todo lo cree, y no necesita trabajar mucho para obtener su alimento espiritual, porque por ser niño recibe su maná del cielo casi de forma automática.

b. La etapa de joven y adulto, en la cual el cristiano ya está totalmente fundamentado en su fe, ya no depende de sus padres espirituales y hermanos en Cristo para buscar a Dios, sino que ha desarrollado su relación con Dios de tal forma que comprende la voluntad de Dios, por lo tanto la cumple sin necesidad de que le estén imponiendo u obligando, y además toma responsabilidades para alimentarse a sí mismo y a los cristianos más cercanos, así como empiezan a trabajar para el reino de Dios.

c. La etapa de anciano, en la cual el cristiano después de haber trabajado arduamente para el reino de Dios, inicia una etapa de relevo, dejando la responsabilidad a cristianos adultos con menos edad y más fuerza para trabajar para Dios; pero no se jubila de su vida cristiana sino presta sus servicios para edificar al cuerpo de Cristo desde los niños y jóvenes hasta adultos que aún estén dispuestos a tomar conocimiento de las experiencias vividas por cristianos que fueron heraldos de Dios y del evangelio.

En la cita de Eclesiastés 12:8 que acabamos de leer, La Biblia nos hace un recordatorio importante, siempre debemos ver hacia el futuro, y pensar que lo que hoy estamos haciendo debemos hacerlo pensando en que nadie se escapará de los tiempos del anochecer en su vida, excepto que muera joven, a todos nos vendrá el anochecer de nuestra vida, todos llegaremos a “viejos” y lo que hoy hagamos repercutirá en ese futuro.

Hay muchas personas que cuando llegan a ancianos no tienen quien los ayude, porque siendo joven o adulto decidió abandonar a su familia y de viejo no tiene quien por él; otros siendo jóvenes o adultos decidieron desechar los consejos de sus padres y buscaron caminos que los apartaron de sus padres y de Dios, decidieron caminar solos, y terminan sus días solos y abandonados porque están cosechando lo que sembraron.

Muchos ancianos están viviendo una vida llena de pesadumbre y viene a ser vanidad, como dice el versículo que leímos. Por eso, hoy debemos cimentar el futuro que queremos tener de ancianos, si queremos no depender de la caridad de otras personas debemos trabajar y hacer ahorros ya sea en forma de previsión social para una jubilación, o en una cuenta de ahorro para el retiro; si queremos tener a nuestro alrededor a hijos y nietos, no abandonemos a nuestros hijos, sino fomentemos la unidad y el amor; si no queremos terminar abandonados obedezcamos a nuestros padres biológicos y/o espirituales; porque a todos nos llegarán los días de oscuridad.

II. DIOS JUZGARÁ LO QUE HACEMOS

Eclesiastés 11:9 – 10 Versión aramea
9 Alégrate, joven, en tu juventud, y te irá bien; y camina en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; más sabe que sobre todas estas cosas YHWH te traerá a juicio. 10 Aleja, pues, de tu corazón la ira, y aparta el mal de tu carne, porque juventud y falta de conocimiento son vanidad.

La Biblia aconseja que mientras se sea joven hay que alegrarse, que hay que seguir los caminos del corazón y el gusto de los ojos, pero advierte que se debe tener cuidado ya que lo que hagamos, sea bueno o malo, el Señor nos traerá a juicio.

Por eso debemos comprender bien en que caminos anda nuestro corazón, porque si el corazón anda en caminos malos es obvio que haremos cosas incorrectas, y cuando Dios nos traiga a juicio, vendrá castigo; pero si nuestro corazón anda en buenos caminos haremos cosas buenas o correctas y cuando Dios nos traiga a juicio nos dará premio.

Hay personas que cuando ya son ancianos quieren arreglar todo lo malo que hicieron siendo jóvenes o adultos, y ya para entonces se les ha hecho demasiado tarde; por eso nosotros los jóvenes y adultos de esta casa aprendamos esta lección y corrijamos hoy lo que estamos haciendo mal, hoy todavía es tiempo para corregir nuestros caminos torcidos y hacerlos rectos, para que cuando vengan los días de oscuridad no nos encontremos desamparados ni familiar, ni social, ni espiritualmente.

Por eso la misma Palabra en estos versículos nos da dos consejos para corregir hoy nuestra vida:

a. Alejar la ira de nuestro corazón. Muchas personas que se dejan dominar por la ira terminan hiriendo a sus seres queridos más cercanos, a sus padres, hermanos, abuelos, etcétera; o los amigos, compañeros y conocidos; alejándolos de su vida, aislándose ellos mismos y quedándose solos al final.

b. Apartar el mal de su vida. Alguien que quiere obtener premio al ser juzgado por Dios, debe apartar su vida de las cosas malas; debe pensar antes de actuar: Esto que voy a hacer ¿Es bueno o malo? Y si es malo debe apartarlo de su vida, porque debe recordar que temprano o más tarde Dios lo traerá a juicio. En este versículo La Palabra nos habla de un mal específico que hay que apartar: la juventud unida a la falta de conocimiento; pero no el conocimiento científico o tecnológico, sino el conocimiento que viene de lo alto, como dice La Palabra: “mi pueblo perece por falta de conocimiento”. Por eso, para no descarriarse hay que recordar que un día habrá juicio de Dios por lo bueno o lo malo que hayamos hecho.

III. HAY UN TIEMPO OPORTUNO DE ACORDARSE DE DIOS

Eclesiastés 12:1 Versión aramea
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes de que lleguen los días malos, y se acerquen los años cuando digas: No tengo en ellos contentamiento.

Para los jóvenes y adultos que no han llegado al anochecer de su vida, La Palabra de Dios les aconseja que se acuerden hoy de su Dios, que lo vean todo con optimismo, que crean que si pueden lograr todos sus propósitos, pero teniendo presente a Dios en todos sus caminos, sabiendo que Dios nos está viendo en cualquier lugar en que estemos; y teniendo presente que si Dios no nos ha castigado aún, es porque todavía no nos ha traído a juicio, porque nos está dando tiempo para que nos arrepintamos, pero no nos equivoquemos, no nos está dando permiso para seguir mal, no es que no se de cuenta de que estamos mal; es solo que en su misericordia y bondad aún nos está dando tiempo hoy para el arrepentimiento.

¿Cómo se sabe que ya se es anciano? ¡Cuando se fue la alegría de vivir! ¡Cuando se fue el contentamiento! Lo triste es que hay jóvenes y adultos hoy que no tienen motivos para vivir, no tienen planes, no tienen metas, no son felices, parecen ancianos aunque tengan edad de joven.

IV. EVITE SENTIRSE ANCIANO

Eclesiastés 12:2 – 5 Versión aramea
2 Antes que decline la vida y la belleza desaparezca, la fortuna falle y la pobreza vuelva después de la prosperidad, 3 antes de que llegue le día en que las piernas tiemblen y los brazos se debiliten, los dientes por ser pocos cesen de masticar y los ojos se opaquen en sus cuencas; 4 antes de que llegue el día cuando los oídos estén ensordecidos que apenas oirgan el lento ruido del moler de las mujeres; cuando el hombre se levante al canto de los pájaros, y escuche el cantar quedo de las mujeres. 5 El hombre temerá de aquello que está alto, temblará en sus caminos y el sueño se le ahuyentará.


Muchas personas se sienten viejas por cualquiera de las siguientes razones:

1. Las mujeres de hoy cuando se ven al espejo y se ven con una arruga más en la cara, cuando ven su cuerpo que empieza a perder su forma juvenil acuden a la cirugía plástica, pero luego parecen jóvenes por fuera, pero en realidad son viejas por dentro. Si no quiere verse más grande, coma sano, haga ejercicio, baje de peso, como frutas y verduras. Espiritualmente cuando un cristiano ha envejecido, trata de aparentar que está joven, pero son solo cosas externas, por dentro están viejos, oran pero ya no tienen placer en orar, alaban pero ya no lo hacen con la alegría de antes, adoran pero ya no sienten la presencia del Espíritu.

2. La gente se siente vieja cuando empieza a cansarse más seguido, cuando se mantiene con sueño, lo cual la aburre y hasta deprime. Hay que examinarse y ver si hay algo físico que lo hace estar cansado: duerma más tiempo, acuéstese más temprano, consulte a su médico.
Espiritualmente una persona se vuelve vieja cuando le cuesta caminar en el evangelio, cuando siente que ya no tiene fuerzas para luchar la buena batalla de la fe.

3. Una señal de vejez es la pérdida de los dientes, con lo cual viene una mala alimentación y una mala nutrición; por eso no corra con un dentista a que le extraigan los dientes, vaya con un odontólogo a que se los restaure, las prótesis dentales no son como los dientes originales. Espiritualmente una persona se pone vieja cuando ya no quiere ni masticar La Palabra de Dios, es decir, ya no quiere oirla, no quiere leerla, no quiere meditar en ella.

4. Otra señal de ir envejeciendo es la disminución de la agudeza visual; cuando una persona le cuesta leer deja de adquirir conocimiento e información y se estanca. Si nota que está disminuyendo su capacidad de ver, visite un oftalmólogo, pueden ser varias las causas pero seguramente tendrá una solución. Espiritualmente una persona envejece cuando pierde la visión, ya no sabe para donde ir y se extravía.

5. La sordera es una condición que hace envejecer aceleradamente a las personas, ya que las personas se alejan de un sordo para no tener que estar gritando o repitiendo muchas veces las cosas. Si usted ha notado que necesita acercarse a las personas para entender lo que le están diciendo, o tiene que pedir que repitan las cosas, probablemente está perdiendo la audición, visite al otorrinolaringólogo, ahora hay aparatos auditivos discretos y de gran potencial. Una persona envejece espiritualmente cuando ya no escucha la voz de Dios, ni escucha las razones de nadie.

6. Las personas viejas ya no quieren subir gradas porque tienen temor a caerse y fracturarse; una persona está espiritualmente vieja cuando le teme a subir y escalar un reto familiar, personal o de trabajo, cuando tiene temor de alcanzar nuevas alturas espirituales, cuando le teme a una persona o a algo que supuestamente es más alto que la persona misma.

7. Otra señal de que una persona está envejeciendo es que se le altera el ciclo biológico de sueño – vigilia, y pasa la noche sin dormir. Si le está pasando eso visite a su médico, se puede mejorar y hasta corregir este problema. Espiritualmente se está viejo cuando ya no se tienen planes para el futuro, cuando ya no hay visión.


V. RENUEVE SU JUVENTUD COMO EL ÁGUILA

Salmo 103:5 LBLA
Él es el que colma de bienes tus años, para que tu juventud se renueve como el águila.

Isa 40:29 – 31 LBLA
29 El da fuerzas al fatigado, y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor. 30 Aun los mancebos se fatigan y se cansan, y los jóvenes tropiezan y vacilan, 31 pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

EL EJEMPLO DEL ÁGUILA:

El águila puede llegar a vivir hasta 70 años, pero a los 40 está ya vieja y solo le quedan dos caminos: morir o enfrentar un proceso doloroso de rejuvenecimiento que dura 5 meses. Para poder vivir otros 30 años más debe renovar su pico, sus garras y su plumaje. Para ello debe buscar el lugar más alto, donde otras águilas no la puedan atacar, donde esté sola, aislada; luego ella misma se golpea el pico contra la peña hasta hacerlo caer, y luego le sale un pico nuevo; después se arranca las uñas una a una; y luego se arranca ella misma las plumas, y después de 5 meses, empieza a volar renovada y con vida para 30 años más.
Así el cristiano cuando ha envejecido, para que le sean renovadas sus fuerzas como el águila es necesario que pase por un proceso doloroso, que incluye el estar apartado, solo, y despojarse de aquellas costumbres, tradiciones, recuerdos dolorosos; ya que solo despojándose del peso del pasado, se puede alcanzar una nueva juventud en Dios.

CONCLUSIÓN:
Eclesiastés 12:13 – 14
13 Oigamos, pues, la conclusión de todo el asunto: Reverencia a YHWH y retén sus mandamientos; este es el consejo dado por un maestro a todos los hombres. 14 Porque YHWH traerá toda obra a juicio, sobre toda cosa oculta y conocida, sea buena o sea mala.