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VISION

Nuestra iglesia está conformada por adoradores de Dios, que lo adoran en espíritu y verdad, que son reconocidos como discípulos de Jesucristo porque de ellos sale poder y tienen las señales de los que creen.
Nuestros miembros son hombres y mujeres que aman La Palabra y saben compartir el evangelio con el necesitado; que hacen lo que El Señor les pide, y se complacen en engrandecer el reino de Dios.

MISION

Formar en los nacidos de nuevo de nuestra iglesia adoradores del Padre en espíritu y verdad, enseñándoles a ser discípulos con el carácter de Cristo, que crean en el ejercicio de las señales que Jesucristo prometió para los que creyeran en Él.
Fomentar en los discípulos un profundo amor por La Palabra de Dios, enseñándoles a obedecerla y compartirla con toda criatura para hacer crecer el reino de Dios en esta tierra

FOTOS DE NUESTRA IGLESIA

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Nuestra obra Ministerial se sostiene a la divina Gracia de nuestro Padre Celestial, y a las aportaciones voluntarias de hermanos que con corazón estimulado y agradecido cumplen con sus ofrendas. Usted amado hermano que visita este sitio tiene una oportunidad inmejorable de poder sembrar en este ministerio y multiplicar su bendición, creyendo lo que está escrito en: Génesis12:3 RV60 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Nuestra misión requiere de un esfuerzo unánime en lo espiritual y en lo material cualquier colaboración de su parte, contribuye a sostener nuestra obra, Gracias por su aporte, lo bendicimos en el nombre de Jesucristo.

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Amados hermanos queremos compartirles que a partir del día de hoy, usted podrá sintonizar nuestras predicas. Sabemos que su vida va ser bendecida grandemente a través de los mensajes que Dios tiene preparados para usted. Así que no se puede perder nuestros servicios.

RESUMEN DE NUESTRAS PRÉDICAS DE MARTES Y DOMINGO DE IGLESIA CRISTIANA GENESARET

A continuación......

lunes, 21 de diciembre de 2009

VERDAD, JUICIO Y JUSTICIA

HERMANO LEONARDO GONZÁLEZ
IGLESIA CRISTIANA GENESARET
DOMINGO 20-12-09

INTRODUCCION

• Muchos creen que “Dios es amor,” que Él no ejecutará juicio. Pero están muy equivocados. Las Escrituras revelan que Dios es un Juez. “Mas Dios es el juez; A éste humilla , y aquél enaltece” (Salmos 75:7). En realidad, Él es el Juez Supremo de todos.

• Ya que Dios es Juez, Él juzga las naciones tal como los individuos. “Delante de Jehová que vino; Porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad” (Salmos 96:13).

• Dios es Juez de toda la tierra porque el camino de Dios es perfecto. “En cuanto a Dios, perfecto es su camino” (Salmos 18:30). Ya que Dios es perfecto, sus leyes, por cual Él hace sus juicios, son perfectas. “La ley de Jehová es perfecta” (Salmos 19:7).

DIOS ES AMANTE DE LA JUSTICIA

(Isaías 61:8a) Porque yo Jehová soy amante del derecho,

(Salmos 11:7a) Porque Jehová es justo, y ama la justicia;

(Salmos 19:9b) Los juicios de Jehová son verdad, todos justos.

• Ya que Dios es Juez, Él declara que Él ama el juicio.
• Todo lo que Dios hace es justo.
• Dios juzga con justo juicio.

(Salmos 119:160) La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia.

(Jeremías 4:2b) Vive Jehová, en verdad, en juicio y en justicia,

Verdad, juicio y justicia son las expresiones del amor de Dios. Juntamente con el amor de Dios, estas tres: verdad, juicio y justicia son la substancia de juicio justo.

• Por eso es que Dios es Juez. Cuando vamos hacia Dios en oración necesitamos saber que nuestras oraciones están yendo directamente a Dios el Padre.

• Jesucristo está a Su diestra como nuestro intercesor y no como juez. Dios nos da Su amor y gracia, pero Dios es el Juez de toda la humanidad.

EL CIELO Y LA TIERRA SON LOS TESTIGOS DE DIOS

(Deuteronomio 30:19-20) A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; (20) amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, que les había de dar.

• Las opciones que Dios ha puesto delante de nosotros son tan profundas y esenciales que Él ha hecho el cielo y la tierra sus testigos.

• Sin embargo, la herencia espiritual de vida eterna es mucho más importante. Jesús dijo que
Abraham, Isaac y Jacob estarían en el reino de Dios. En contraste, aquellos que tomaron el juicio de no amar y obedecer a Dios no estarán en el reino de Dios. (Lucas 13:27-28) Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. (28) Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.

• Dios ha puesto estas opciones de vida y bien; muerte y maldición delante de nosotros.

¡Tenemos que escoger! Estas opciones son decisiones y juicios sobre cuál nuestra vida eterna depende. Dios está juzgándonos a través de estas opciones. (1 Pedro 4:17-18) Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? (18) Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?

JUZGAR O NO JUZGAR?

(Mateo 7:1) No juzguéis, para que no seáis juzgados.

• No hemos de juzgar a alguien o cualquier cosa.

• ¿Pero será cierto de que un cristiano debe estar sin discernimiento y juicio?

• ¿Si eso fuera verdad como podemos tomar o hacer una decisión de escoger entre lo correcto y lo incorrecto, bien y mal, justicia y pecado, o vida y muerte?

• Existen tiempos cuando no debemos de juzgar y hay un tiempo de cuando debemos de juzgar.

CUANDO NO DEBEMOS JUZGAR

• No debemos de juzgar cuando no es nuestro asunto, ni cuando está fuera de nuestra autoridad.

• Si juzgamos cuando no debemos de juzgar, nosotros nos hacemos insensatos y críticamente condenados.

• La mayoría de las veces, se juzga el corazón de la persona que se está juzgando, sin conocer las circunstancias y los hechos. Tal juicio y condenación es obstinado y justicia propia, porque aquellos que lo hacen creen que ellos conocen los pensamientos de la persona que están juzgando y condenando. Pero solamente Dios conoce los pensamientos de una persona.

• Cuando juzgamos el corazón de otra persona, nos estamos sentando en el lugar de Dios y tomando atributos que solo le pertenece a Él. Solamente Dios conoce el corazón y entiende los pensamientos.

NO DEBES JUZGAR A TU PRÓJIMO

(Romanos 14:10-13) Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo. (11) Porque escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios. (12) De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. (13) Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.

• El apóstol Pablo escribió que en ciertas circunstancias no debemos de juzgarnos unos a otros. Esto es especialmente verdadero si es un asunto de la conciencia personal lo cual es basado en la Palabra de Dios.

• Pablo lo hace muy claro que en estos asuntos personales de conciencia delante Dios, el hermano o hermana es juzgado por Dios y no por otras personas.

• Es muy imprudente causar disputas y contenciones por asuntos pequeños.

• Muchas veces las personas juzgan y critican a otros, juzgan pequeñas decisiones como si fueran asuntos serios. Hacer esto es semejante a que ellos que están tratando de matar una insecto con un granada. Cuando finalmente matan al insecto ellos han destruido la casa también. De seguro que han matado al insecto, pero también todo y todos han sido destruidos igual.

(Mateo 7:1-5) No juzguéis, para que no seáis juzgados. (2) Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. (3) ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? (4) ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? (5) ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

• Cuando alguien hace esto ellos están juzgando el corazón y los motivos de la persona.

• Solamente Dios puede conocer el corazón y los motivos. Esto es un mal uso de las leyes de Dios para cualquiera persona rendir una condenación personal e hipócrita de otros para que ellos puedan enaltecerse.

• Esta clase de condenación normalmente viene en la forma de chisme porque ellos no se atreverían de decírselo a la persona en cara a cara.

(Romanos 2:1-3) Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. (2) Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. (3) ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?

• Dios juzgará aquellos quienes condenan y critican a otros para poder enaltecerse. Esto es especialmente cierto si el que está juzgando al otro está cometiendo el mismo pecado.

• Dios es un Juez justo y le dará a todos según sus obras.

(Santiago 4:11-12) Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. (12) Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?

• Existe un tipo de condenación con una falsa santidad de otros.

• Cuando alguien toma esta actitud contra otros, él o ella está juzgando a Dios.

NO DEBES JUZGAR A DIOS

(Job 40:6-14) Respondió Jehová a Job desde el torbellino, y dijo: (7) Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me responderás. (8) ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú? Esperando la respuesta sigue diciéndole a Job que actúe como Dios: (14) Adórnate ahora de majestad y de alteza, Y vístete de honra y de hermosura. (11) Derrama el ardor de tu ira; Mira a todo altivo, y abátelo. (12) Mira a todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta a los impíos en su sitio. (13) Encúbrelos a todos en el polvo, Encierra sus rostros en la oscuridad; (14) Y yo también te confesaré Que podrá salvarte tu diestra.

• Este era el pecado de Job. Él criticaba y juzgaba a todos. Él hasta juzgó y condenó a Dios para poder mantener su propia justicia.

• Job tenía una máscara ideológica, cuál era su propio engaño, él pensaba que era más justo que nadie más, y tan justo que Dios no podía encontrar falta con él.

• Por juzgar y condenar a otros, también a Dios, Job se hizo el centro del universo y se enalteció hasta las alturas del cielo. Por esto es que Dios tuvo que confrontarse personalmente con Job.

(Job 38:1-6) Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo: (2) ¿Quién es ése que oscurece el consejo Con palabras sin sabiduría? (3) Ahora ciñe como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me contestarás. (4) ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. (5) ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? (6) ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular,

(Job 38:33-36) ¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra? (34) ¿Alzarás tú a las nubes tu voz, Para que te cubra muchedumbre de aguas? (35) ¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y te dirán ellos: Henos aquí? (36) ¿Quién puso la sabiduría en el corazón? ¿O quién dio al espíritu inteligencia?

• Antes que Job podría verse así mismo, Dios tuvo que remover la viga gigante que estaba en el ojo de Job.

• Cuando eso fue hecho Job pudo ver claramente y se arrepintió.

(Job 42:1-6) Respondió Job a Jehová, y dijo: (2)Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. (3) ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. (4) Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. (5) De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. (6) Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.

• Job tuvo que aprender que era su propia justicia y una cosa horrible hacer juzgar a Dios y condenar a otros para poder enaltecerse.

• Esto es el significado cuando Jesús decía: “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido” (Mateo 7:1-2).

• Nosotros no debemos de juzgar, necesitamos entender que existen tiempos cuando tenemos que juzgar. De hecho, si no juzgamos con justo juicio, entonces nosotros nos sostenemos responsable por la falta de juicio.

CUANDO DEBEMOS DE JUZGAR

• Existe un tiempo y una manera correcta para juzgar. Cuando leemos Mateo 7:1-5 Jesús también dio instrucciones para hacer justo juicio. Él dijo, “Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:5).

• Uno tiene que sacar primero la viga de su ojo, entonces puede tomar un juicio justo y ayudar a otro con su problema, sin ser culpable de hipocresía o ser sensato.

• Jesús quiere que nosotros hagamos juicios justos. Pero podemos hacer esto solamente si nos juzgamos a nosotros mismos primero, y deshacernos de cualquier actitud insensata y de propia justicia.

(Gálatas 6:1) Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

• Las instrucciones de Jesús han de ser cumplidas cuando juzgando a otros para ayudarlos.

• Jesucristo dijo, “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Juan 7:24).

• El error más grande que las personas cometen es que ellos se dejan llevar por las apariencias, por lo superficial.

PRIMERO, ORAR SOBRE EL PROBLEMA

• Si existe algún problema entre hermanos en Cristo, primero se debe de orar sobre esto. Quizás es un pecado que se perciba que la otra persona está cometiendo.

(1 Juan 5:14-16) Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. (15) Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. (16) Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida.

• Cuando oremos por la otra persona, necesitamos pedirle a Dios que le abra el entendimiento para que vea el problema, o el pecado, y que la persona se arrepienta personalmente y haga la corrección.

• De esta manera Dios y la persona toman el juicio, y el problema es resuelto sin otra persona involucrándose.

• Este proceso quizás cojera tiempo, porque Dios trabajará con la persona para dirigirlo hacía el arrepentimiento. Esto siempre debe de ser hecho primero.

• Pero si se hace evidente que el problema no ha sido resuelto, y quizás se empeore, entonces Cristo nos instruye que debemos de ir hacia el individuo privadamente.

SEGUNDO, IR A LA PERSONA PRIVADAMENTE

• Si después de un periodo de tiempo, la situación persiste, entonces tenemos la responsabilidad de ir hacia la persona para hablar el asunto con él o ella privadamente. Pero primero, hay que sacar la viga de nuestro propio ojo y considerar nuestras propias faltas y debilidades para que el problema pueda ser resuelto en el espíritu de amor y en vínculo de paz.

(Mateo 18:15) Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.

• Dios espera que resolvemos los problemas en este nivel, de persona a persona. Si esta situación ocurre, Dios espera que nosotros tomemos toda la medida para resolver la dificultad en una actitud de amor y verdad.

• Si el problema es resuelto en este nivel, hasta ahí llega el problema. Esto es como el amor cubre multitudes de pecados y no sigue siendo un problema.

• Pero si el problema no puede ser resuelto en este nivel de persona a persona, entonces Cristo nos da aún más instrucciones de cómo resolver el problema.

TERCERO, TOMA UNO O DOS PARA RESOLVER EL PROBLEMA

(Mateo 18:16) Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.

• Si llega a este nivel entonces es algo más serio. Pero con la actitud correcta de amor y humildad, todos los problemas deben de ser resueltos con justo juicio.

• Esta es la responsabilidad entre los hermanos. No es la responsabilidad del ministerio para
ordenar y controlar para arbitrar tales disputas.

• Dios espera que cada uno personalmente ejercite justo juicio y resuelva sus propios problemas personales. Pero a veces, los problemas son tan grandes que los primeros tres pasos no trabajan. Si eso es el caso entonces Cristo nos da el último paso.

CUARTO, DILO A LA IGLESIA

(Mateo 18:17) Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.

• El problema debe de ser llevado al ministerio. Debe ser llevado hacia la congregación. El ministro esta involucrado en este esfuerzo y él sin duda funcionará como un juez en tal reunión. Pero el juicio no es del ministro sino de la congregación. Ellos han de juzgar con justo juicio.

• Si el problema no es resuelto entonces la congregación tiene la responsabilidad de sacarlo de la congregación.

LA DECISION ES ATADA EN EL CIELO

(Mateo 18:18-19) De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. (19) Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.

• Jesús dijo que todo de lo que estaría de acuerdo, sería atado en el cielo o desatado, dependiendo en la decisión. Esto incluye la reunión de dos individuos cara a cara, o dos o tres personas, o la decisión de la congregación.

• Estas mismas instrucciones fueron dadas a la iglesia de Corinto (1 Corintios 5:4-5) En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo, (5) el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.

CONCLUSION
• Como la verdad, el juicio y la justicia son parte de la naturaleza de Dios, debemos de tomar las decisiones con el discernimiento que Él no da para no acarrear juicio para nosotros mismos.

• Si juzgamos a nuestro hermano estamos tomando el lugar de Dios que no nos corresponde a nosotros. Muchos toman en su conciencia el juzgar a Dios enalteciéndose hasta el lugar que le corresponde únicamente al Eterno.

• Nuestro juicio debe ser con justicia y verdad conforme los mandatos del Señor para no caer en tentación.

• Al tomar los atributos que no nos corresponden nos convertimos en acusadores en un tribunal, y el único acusador es Satanás.

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