CUANDO EL PUEBLO DE DIOS GIME
CUANDO EL PUEBLO DE DIOS GIME
IGLESIA CRISTIANA GENESARET
Dr. Keneth Renato Anleu Ortega
Éxodo 2:23 – 25 LBLA
Y aconteció que pasado mucho tiempo, murió el rey
de Egipto. Y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron;
y su clamor, a causa de su servidumbre,
subió a Dios. 24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de
su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Y
miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.
INTRODUCCIÓN
Recientemente una hija de Dios de
esta casa, de esta iglesia, me dio un mensaje de parte de Dios, quien le dijo “Dile a mi hijo que mi pueblo está gimiendo a causa de la
carga y de los ataques de su enemigo. Dile que mi pueblo está siendo atacado en
su mente, con conflictos que a veces son más grandes en sus mentes que en la
realidad. Y dile que la situación no va a mejorar, sino que va a empeorar. Dile
eso, para que advierta y ministre a mi pueblo”.
Por lo tanto, siguiendo la
instrucción del Señor Todopoderoso, vamos a ver esta mañana cuáles son las
razones por las que el pueblo de Dios gime; veremos cuál es la razón por lo que
Dios permite que el pueblo llegue hasta el punto de gemir, y aplicaremos esta
mañana las acciones que debemos realizar para acabar con la causa del gemir del
pueblo de Dios.
I.
LAS
CAUSAS DEL GEMIR.
Éxodo 1:11 LBLA
Entonces pusieron sobre ellos capataces para
oprimirlos (que los molestasen RV60) con duros trabajos (cargas RV60). Y
edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramsés.
Éxodo 1:13 – 14 LBLA
13 Los
egipcios, pues, obligaron a los hijos de Israel a trabajar duramente (con
dureza RV60), 14 y les amargaron la vida con dura servidumbre
en hacer barro y ladrillos y en toda clase de trabajo del campo; todos sus trabajos se
los imponían con rigor.
La Biblia nos relata que los
israelitas que estaban en Egipto (figura de los creyentes que viven en el mundo)
se multiplicaron y fortalecieron en Egipto y que eso le dio miedo al faraón,
porque dijo que eran un pueblo mayor y más fuerte que los egipcios, y por eso
urdió un plan para limitar y disminuir a los israelitas, y mantenerlos bajo
esclavitud.
Esto nos habla de la situación
actual de los hijos de Dios, hemos aumentado en número, a tal punto que le da
miedo al diablo el número que ahora somos; nos hemos fortalecido, es decir,
hemos sido bendecidos por Dios, hemos sido prosperados por Dios, hemos sido
fortalecidos por Dios, a tal punto que el diablo nos ve como una amenaza para
él y sus ejércitos, porque nos ve más grandes y más fuertes que a ellos. Por
eso el diablo nuevamente ha puesto en marcha ese plan antiguo en contra de los
hijos de Dios, porque nos quiere limitar, nos quiere disminuir, nos quiere
tener bajo su dominio para que no le causemos bajas a sus ejércitos.
Ese plan incluye varios pasos:
1.
Poner
capataces sobre los creyentes, que los traten con rudeza, para molestarlos.
Proverbios 29:2 LBLA
Cuando los justos dominan, el pueblo se alegra;
mas cuando domina el impío, el pueblo gime.
Una de las formas en que el diablo logra hacer sufrir al
cristiano hasta hacerlo gemir es ponerle a otra persona que los haga sentir
dominados, menospreciados, humillados, una persona sin consideración, sin misericordia,
que los trate mal. Son personas hipócritas, con apariencia de piedad, fariseos
que tratan con rudeza al creyente, que los hace llorar, y todo con un objetivo:
PARA MOLESTARLOS. Hay pueblo que está gimiendo
porque el diablo le ha puesto un capataz que lo moleste.
2.
La
opresión con cargas.
Una de las formas favoritas del diablo de hacer sufrir al
creyente es la opresión. Oprimir viene de una raíz hebrea que significa deprimir,
abatir, afligir; en otras palabras la opresión causa depresión, abatimiento de
ánimo, sufrimiento.
Simultánea, o separadamente, el diablo procede a ponerle cargas:
trabajos duros, tareas pesadas,
que le cueste mucho realizarlo, para que se canse, para que se debilite, para
que no tenga libertad de tiempo, de fuerzas ni de pensamiento. Le pone cargas.
Una persona cargada no puede pensar, solo piensa en su carga, ni siquiera
piensa como liberarse de la carga, solo piensa que es muy pesada y los
problemas que le causa esa carga. Cuando hay capataces y cargas,
la persona siente que se ahoga, que se muere, porque está sufriendo.
3.
Causar
amarguras.
Hebreos 12:15 LBLA
Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la
gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y
por ella muchos sean contaminados;
La palabra amargura en griego tiene dos connotaciones: una
la de “veneno punzante”, y la
otra es algo “que perfora, que
atraviesa”. En otras palabras cuando estamos hablando de amargura nos
referimos a aquellas cosas que perforan, que atraviesan el alma, dejando un
dolor punzante; son aquellas cosas que envenenan el alma.
La amargura es una de las herramientas favoritas del
diablo, porque deja a la persona con una herida abierta, que le duele, y que al
mismo tiempo le envenena el alma. Una
persona amargada causa dificultades,
porque La Biblia dice que de la abundancia del corazón habla la boca, una
persona amargada saca lo que hay en su corazón y por eso termina contaminando a
otros. El problema de la amargura es
que las personas llegan a sentir tanta autocompasión que no se dan cuenta de
que la amargura es dañina, destruye a la persona y afecta a otras. Si tienes heridas abiertas en tu alma que aún te duelen, que sientes
que te envenena, es tiempo de renunciar a ellas y dejar que Dios sane esa
herida.
4.
Esclavizar
con todo tipo de trabajo.
Otra forma que usa el diablo para
causar gemir a una persona es esclavizarla. El DRAE define esclavizar como “tener
a alguien muy sujeto e intensamente ocupado”. Hay algunos cristianos que han
quedado atrapados por alguien o algo, y aunque quieren abandonarlo sienten que
no pueden, ya no quieren hacer lo que hacían pero sienten que no pueden dejar
de hacerlo, que están obligados a seguirlo haciendo, que no tienen fuerzas para
huir de lo que no quieren o no les gusta; eso se llama esclavitud, y cuando una
persona ya no quiere hacer lo malo pero lo sigue haciendo a veces gime a Dios
pidiendo ayuda.
5. Destruir la descendencia.
Éxodo 1:22 LBLA
Entonces Faraón ordenó a todo su pueblo,
diciendo: Todo hijo que nazca lo echaréis al Nilo, y a toda hija la dejaréis
con vida.
Otra forma que le produce
satisfacción al diablo, es causarle daño, destruir, matar a los descendientes
del creyente. Cuando un hijo, hija, nieto, está siendo atacado o destruido por
el diablo causa mucho dolor a los padres, a los abuelos; ese dolor puede ser
tan insoportable que hace gemir al cristiano, porque es más fuerte el dolor
cuando el afectado es un hijo que el mismo padre o madre. Hay que recordar que
el objetivo del diablo es precisamente destruir, matar, y eso es lo que está
tratando de hacer en muchos hogares, porque cuando alguien de la descendencia
es esclavo del alcohol, de las drogas, de las maras, de la “vida loca”, el
dañado no es solamente la persona afecta, sino son más afectados los
familiares.
La madre de Moisés no se rindió
ante la orden de faraón, no ahogó a su hijo en el río, sino lo puso en una
canasta, la calafateo, es decir, le aplicó asfalto por fuera para
impermeabilizar la canasta y que no se hundiera en el río, es decir, lo
protegió. Las madres de hoy deben aprender a calafatear las vidas de sus hijos,
deben impermeabilizarlos rociándoles la sangre de Cristo, hablándoles de La
Palabra, orar e interceder ante Dios por ellos, para que no se hundan en el río
del mundo.
II.
DIOS
RESPONDE AL CLAMOR DEL PUEBLO.
Éxodo 2:23 – 25 LBLA
Y aconteció que pasado mucho tiempo, murió el rey
de Egipto. Y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron;
y su clamor, a causa de su servidumbre,
subió a Dios. 24 Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de
su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. 25 Y
miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios.
El pueblo de Israel gimió, que
traducido significa “se lamentaba”;
pero no se quedó solo lamentándose de la situación de servidumbre, sino
clamaron. La palabra hebrea clamar significa “lanzar alaridos, dar gritos de angustia”. La Biblia dice
que cuando los israelitas dieron gritos de angustia pidiendo auxilio, entonces
Dios les envió la ayuda para salir de la esclavitud de Egipto.
Dios dijo, “el pueblo está
gimiendo”, pero también es necesario que te despojes de toda vergüenza y que
clames a Dios, que des gritos de angustia pidiendo ayuda, y Dios te escuchará,
Dios se acordará del nuevo pacto que hay contigo en su hijo Jesucristo; Dios te
dice hoy:
Salmo 50:15
e invócame en el día de la angustia; yo te
libraré, y tú me honrarás.
Salmo 91:15 – 16
15 Me invocará, y le responderé; yo estaré con
él en la angustia; lo rescataré y lo honraré; 16 lo saciaré de larga vida, y le haré
ver mi salvación.
Jeremías 33:3
"Clama a mí, y yo te responderé y te
revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces."
Sal 51:10 – 13
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y
renueva un espíritu recto dentro de mí. 11 No me eches de tu presencia, y no
quites de mí tu santo Espíritu. 12 Restitúyeme el gozo de tu salvación, y
sostenme con un espíritu de poder. 13 Entonces
enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se convertirán a ti.
DIOS DIJO EN ESA PROFECÍA:
“Dile a mi hijo que mi pueblo está
gimiendo a causa de la carga y de los ataques de su enemigo. Dile que mi pueblo
está siendo atacado en su mente, con conflictos que a veces son más grandes en
sus mentes que en la realidad. Y dile que la situación no va a mejorar, sino
que va a empeorar. Dile eso, para que advierta y ministre a mi pueblo”.
PUEBLO, DIOS HA
ESCUCHADO TU GEMIR, Y HE AQUÍ QUE ESTÁ PRESTO A AYUDARTE, CONVIERTE TU GEMIR EN CLAMOR Y ÉL
TE RESPONDERÁ, ÉL TE LIBRARÁ DE LA ANGUSTIA, TE RESCATARÁ Y TE SALVARÁ.
Juan 10:27 – 30
27 Mis ovejas oyen mi
voz, y yo las conozco y me siguen; 28 y yo les doy
vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la
mano del Padre. 30 Yo y el Padre
somos uno.
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