LA ARMADURA DE DIOS, parte IV, EL YELMO DE LA SALVACIÓN

Predicador: Pastor Antonely Rodas

Lugar: Iglesia Cristiana Genesaret

Fecha: 3-05-09

EL YELMO DE LA SALVACIÓN
En la dimensión de la revelación de la Armadura de Dios, el profeta Isaías profetizó que el Mesías llevaría una indumentaria de guerrero y en similitud a la que Pablo escribió en Efesios 6: 10-17 leamos el texto siguiente:

Isaías 59:17 LBLA Se puso la justicia como coraza, y el yelmo de salvación en su cabeza; como vestidura se puso ropas de venganza, y se envolvió de celo como de un manto.

La Armadura de los hijos de Dios tiene dos excepciones, nosotros no tenemos “vestidos de venganza” (lo cual es prerrogativa de Dios, Rom_12:19), Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE, dice el Señor.

Ni “capa de celo” (en el sentido de furia judicial que castiga al malvado; este “celo” pertenece propiamente a Dios,
Efesios 6:17 LBLA Tomad también el YELMO DE LA SALVACION, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.

La Salvación es un regalo de Dios inmerecido concedido por misericordia, que solo podemos recibir mediante la fe en Jesucristo como nuestro Salvador.

Así como el yelmo protege la cabeza como miembro vital del organismo (cerebro, mente) física de un guerrero, la salvación protege la mente espiritual del creyente. Ahora hay varias cosas que debemos notar:

No te puedes proteger con algo que tú no tienes.

¿Cómo la salvación nos protege la mente?
En 1Tesalonicenses. 5:8 Pablo nos aclara un poco mas la expresión de efesios por que nos dice “y con la esperanza de salvación como yelmo”, haciéndonos entender que la salvación no es un hecho que una vez ocurrió ya quedo en el pasado, sino que esa esperanza es un hecho real de cada día y que el creyente debe vivir con eso “puesto” en su cabeza.

EL CREYENTE ES RESPONSABLE DE CUIDAR SU SALVACIÓN

Filipenses 2:12 LBLA Así que, amados míos, tal como siempre habéis obedecido, no sólo en mi presencia, sino ahora mucho más en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor;

Esta premisa es importante su salvación final depende de su obediencia
La palabra ocupar es importante conocerla en contexto del original griego que se escribió y en el contexto hebreo lo es más importante.

OCUPAR: Significa Trabajar completamente, terminar la obra,
En el hebreo tiene la connotación sin desmayar.

Lo que implica tener el Yelmo de la Salvación es que el pensamiento del verdadero discípulo de Cristo debe estar sometido a la completa gobernabilidad del Señorío de Cristo, para poder perseverar hasta el final.
El peligro es que cuando no existe como prioridad en la mente del cristiano la gran Salvación que nos dio el Eterno por medio de su hijo amado Jesucristo se descuida la Palabra no lo advierte en:

Hebreos 2:1-4 LBLA Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos. (2) Porque si la palabra hablada por medio de ángeles resultó ser inmutable, y toda transgresión y desobediencia recibió una justa retribución, (3) ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, (4) testificando Dios juntamente con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones del Espíritu Santo según su propia voluntad.
Muchas veces los cristianos se les olvida de que nos salvo el Señor, muchos están sufriendo de amnesia espiritual ministrados astutamente por el enemigo que les ha puesto ardides engañosos

¿Salvos de qué?

· De una vida miserable
· De una muerte miserable
· Del infierno que es la segunda muerte o muerte eterna

De esa cuenta en el tiempo de hoy existe un gran numero de personas que dicen que profesan el cristianismo, pero su manera de vivir testifican que se les ha olvidado por lo cual el Señor Jesucristo se humilló entregando su vida voluntariamente para sacrificio redentor por nuestras vidas, su mente está enclavada en lo terrenal y no en lo celestial, asisten a las iglesias como una mera costumbre.
Es tiempo de reaccionar y colocarnos el Yelmo de la Salvación hasta el día glorioso de la venida del Amado, cuando le miraremos tal como es.