LA ALABANZA DENTRO DEL TABERNÁCULO
Predicador: Pastor Antonely Rodas
Fecha: 02-01-2009
Lugar: Iglesia Genesaret
La Alabanza y la Adoración no dependen de las cosas externas, sino de las Verdades Eternas Reveladas en tu Corazón.
En el proceso de la restauración de la verdadera Alabanza de Adoración, es de primordial importancia el genuino testimonio del Espíritu Santo. Para este estudio tomaremos en cuenta una de las enseñanzas recién pasadas estudiando el capítulo 16 del libro de los Hechos de los Apóstoles, recordaremos el versículo 25 en el cual Pablo y Silas oraban y cantaban himnos al Señor, Como el verbo aquí usado es el mismo que se utilizó para denotar el himno pascual cantado por nuestro Señor y sus discípulos después de la última pascua (Mateo 26:30). Estos son los Salmos 114 al 118; el 114 y el 115 se cantaban antes y del 116 al 118 después de la cena; estos eran conocidos como el Hallel Mayor, o himno mayor. Haremos una descripción breve del contenido de los Salmos, para que podamos discernir con la asistencia del Espíritu Santo la enseñanza.
El Salmo 113 describe la majestad de Dios contrastada con su condescendencia y sus benévolos tratos para con los humildes la cual es digna de ser meditada y motiva a la alabanza.
En el Salmo 114 el salmista describe brevemente y en manera hermosa la celebración del previo cuidado de Dios hacia su pueblo, para cuyo beneficio la naturaleza contribuía maravillosamente, (mar, ríos, montes y collados).
El salmista en el 115 pide que Dios confirme su gloria, la que se contrasta con la insensatez de los ídolos, mientras que la torpeza de los idólatras se contrasta con la confianza del pueblo de Dios, y a éstos se les incita a ejercer la confianza y a unirse en la alabanza que ella motiva.
El Salmo 116 habla de la celebración que tiene el hombre de su liberación de peligros extremos por el favor de Dios, y se compromete a dar público reconocimiento de gratitud.
En el Salmo 117 se exhorta a todo el mundo que alabe y glorifique a Jehová por la inagotable fuente de su gracia y misericordia.
El salmista en el 118 hace un relato de sus tribulaciones las cuales son muy aplicables a Cristo, y porque no decirlo a todos su discípulos. Jesucristo como el Siervo sufriente, muchos lo odiaron sin causa; sobre Él mismo recayó duramente el castigo de nuestra paz, el fue herido por nuestras rebeliones para que por su llaga fuésemos nosotros curados.
Quiero ser puntual en esta enseñanza: cuando el apóstol Pablo juntamente con Silas cantaban himnos, sentían un gozo indescriptible porque estaban viviendo con intensidad espiritual cada salmo, pero en especial cuando estaban clamando en voz en cuello los versos finales del 14 al 29, que describen al Cristo de la Gloria con precisión incomparable.
Salmo 118:14-15 RV60 Mi fortaleza y mi cántico es JAH, Y él me ha sido por salvación. (15) Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos; La diestra de Jehová hace proezas.
Cuando en el verso 15 se habla de tienda el vocablo hebreo que se utiliza es: Ojél que significa Tabernáculo
He aquí la revelación para su vida de acuerdo al testimonio del Espíritu Santo. Un verdadero adorador como Pablo debe saber que aunque este tabernáculo terrenal se deshiciere tenemos uno mejor en los cielos.
2Corintios 5:1-2 RV60 Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. (2) Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;
De acuerdo a lo que estamos viviendo comprenderemos cuando el autor de la epístola a los Hebreos en el capítulo 11: 9-10 relata que Abraham vivió por fe como extranjero en la tierra prometida habitando en tiendas (tabernáculos) porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Un glorioso testimonio del Espíritu Santo a la conciencia de Pablo era discernir como la Piedra desechada por los edificadores se convirtió en cabeza, entonces el sentía bienaventurado ser desechado igual que su Señor.
Salmo 118:22-24 RV60 La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo. (23) De parte de Jehová es esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos. (24) Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él.
Además de ser desechado, el ser partícipe de las tribulaciones juntamente con Cristo, para Pablo se convertía en un peso de gloria. Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. (17) Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; (18) no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Romanos 8:17 RV60 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Por último el experimentar la exquisitez de las profecías mesiánicas que se cumplieron en la persona de Jesús de Nazaret, era para Pablo una poderosa Gloria porque cada siervo no va en nombre propio sino en aquel que nos escogió.
Salmo 118:26 RV60 Bendito el que viene en el nombre de Jehová; Desde la casa de Jehová os bendecimos.
2Corintios 5:20 RV60 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
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