EL LAVAMIENTO DE LOS PIES
EL LAVAMIENTO DE LOS PIES
PASTOR: LUIS ANTONELY RODAS LEIVA
IGLESIA CRISTIANA GENESARET
Juan 13:1-18 RV60 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para
que pasase de este mundo al Padre, como
había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin. (2) Y
cuando cenaban, como el diablo ya había
puesto en el corazón de Judas Iscariote,
hijo de Simón, que le
entregase, (3) sabiendo Jesús que el Padre le había dado
todas las cosas en las manos, y que
había salido de Dios, y a Dios iba, (4) se
levantó de la cena, y se quitó su
manto, y tomando una toalla, se la ciñó.
(5) Luego puso agua en un
lebrillo, y comenzó a lavar los pies de
los discípulos, y a enjugarlos con la
toalla con que estaba ceñido. (6) Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? (7)
Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después. (8)
Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo. (9) Le
dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis
pies, sino también las manos y la
cabeza. (10) Jesús le dijo: El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies, pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis, aunque no todos. (11)
Porque sabía quién le iba a entregar;
por eso dijo: No estáis limpios todos.
(12) Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? (13)
Vosotros me llamáis Maestro, y
Señor; y decís bien, porque lo soy. (14)
Pues si yo, el Señor y el
Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los
unos a los otros. (15) Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. (16)
De cierto, de cierto os digo: El
siervo no es mayor que su señor, ni el
enviado es mayor que el que le envió.
(17) Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis. (18) No
hablo de todos vosotros; yo sé a quienes
he elegido; más para que se cumpla
la Escritura: El que come pan conmigo,
levantó contra mí su calcañar.
Cronológicamente esta
vivencia viene después de la disputa que tenían los apóstoles acerca de quién
sería el mayor en el reino, (Lucas 22: 24-30)
·
Jesús
lavó los pies de los apóstoles para hacer correcciones o tratamientos
·
El
lavamiento de los pies del huésped era un acto común de servicio y hospitalidad
·
Esta
tarea la realizaban los esclavos
·
Utilizó
esta costumbre o tradición oriental, para enseñarles sobre el servicio y la
ministración (Eso se enseña en esta casa)
·
Unos son de la opinión que Jesús no instituyó el
“Lavamiento de pies” como una doctrina o una ordenanza
·
Lo anterior se basa porque la práctica de lavar los pies como ceremonia de la
iglesia comenzó en el siglo cuatro cuando la iglesia ya se había
apartado del patrón bíblico en muchas cosas.
·
Porque
no hay texto alguno que hable del lavamiento de los pies en las iglesias
apostólicas.
A la luz de la
Palabra Eterna y bajo la dirección del Espíritu Santo vamos vivir las enseñanzas
de Jesús no conforme a la letra, sino conforme a la revelación.
Jesús lo primero que
enseña es que ama a los escogidos que están en el mundo.
Juan 13:1 RV60 Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para
que pasase de este mundo al Padre, como
había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Jesús claramente le dice a Pedro que en ese
momento no estaba entendiendo, pero que más adelante lo comprendería.
Juan 13:5-8 RV60 Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los
discípulos, y a enjugarlos con la toalla
con que estaba ceñido. (6) Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? (7)
Respondió Jesús y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después. (8)
Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.
·
La actitud de Pedro de
decir: No me lavarás los pies jamás
·
Nos conduce el Espíritu
Santo a observar dos niveles
·
1. El tratar con el orgullo
y la autosuficiencia, 2. La ministración
·
Es una resistencia de ser
servido por Jesús
·
De que se trata de ser
servido, ser lavado por Jesús a través de la ministración. La diferencia de estar lavado y limpio de
todo el cuerpo y no así de los pies
Juan 13:9-11 RV60 Le dijo Simón Pedro: Señor, no sólo mis pies, sino también las manos y la cabeza. (10)
Jesús le dijo: El que está lavado,
no necesita sino lavarse los pies,
pues está todo limpio; y
vosotros limpios estáis, aunque no
todos. (11) Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No estáis limpios todos.
Hemos sido lavados de todo pecado y de
maldición, con la Sangre de Cristo, (1Juan 1:7; Apocalipsis 1:5)
Apocalipsis 1:5 RV60 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre.
Es necesario el lavamiento de los pies, que
es figura que en medio de nuestro andar como cristianos en el mundo hay contaminación.
La limpieza de
nuestra caminar es de vital importancia estamos en este mundo, pero no pertenecemos a él, sabemos
perfectamente de dónde somos.
Es una ministración al alma.
Para que a través de ella sean destruidas las
influencias del maligno.
·
Trayendo recuerdos del
pasado
·
Tentaciones reiterativas
·
Rechazar sentimientos
engañosos
·
Manifestaciones de los
deseos de la carne, que son en contra del Espíritu.
¿Por qué es importante el lavamiento de los
pies?
Es de vital importancia erradicar la
religiosidad o costumbre de hacer algo sin la revelación del Espíritu Santo,
para que en forma clara cada uno como miembros de la Iglesia de Cristo, caminen
con revelación que son parte de la
Iglesia Novia. Por lo cual tienen
que ser perfeccionados, y la ministración limpiará áreas de la vida espiritual
que no les permite tomar "Autoridad Espiritual"
Otra figura importante de los pies es
autoridad, sino están limpios no se ejercer la autoridad delegada.
Lucas 10:19 RV60 He aquí os doy potestad de hollar serpientes
y escorpiones, y sobre toda fuerza del
enemigo, y nada os dañará.
Salmo
44:5 RV60 Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; En tu nombre
hollaremos a nuestros adversarios.
Para todos
aquellos que les nace el Sol de Justicia está el poder para vencer a los
enemigos que se levanten en contra de nosotros.
Malaquías 4:2-3 RV60 Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis,
y saltaréis como becerros de la manada.
(3) Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de
vuestros pies, en el día en que yo
actúe, ha dicho Jehová de los ejércitos.
CONCLUSIONES:
1. El
lavamiento de los pies no es necesario
hacerlo literalmente
2. Es
una figura de la ministración para eliminar cualquier contaminación adquirida
en nuestro caminar por este mundo
3. La
“Ministración” es importante para tomar la Autoridad Espiritual delegada sobre
los enemigos
4. Si
en un momento determinado el Espíritu Santo redarguyendo le ordena a alguno ir
delante de su prójimo para lavarle los pies, allí se estará ministrando
humildad, perdón, reconciliación, restauración.
PASTOR
LUIS ANTONELY RODAS LEIVA
PRÉDICA
DOMINGO A.M. 13-05-12
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