LA RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO

TEMA: LA RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO

IGLESIA CRISTIANA GENESARET

MAESTRO DE LA Dr. Keneth Renato Anleu Ortega

INTRODUCCIÓN

Hemos estudiado como el pueblo judío después de haber estado en el exilio en Babilonia por 70 años fue liberado para regresar a Jerusalén y a Judá para reconstrui

r el templo de Dios que fue destruido por Nabucodonosor cuando conquistó Jerusalén. Vimos que esto es figura hoy para aquellos cristianos que están cautivos en el mundo por haber desobedecido y abandonado a Dios, y a quienes Dios está llamando hoy para que regresen al pueblo de Dios a donde pertenecen.

Estudiamos la última semana como lo primero que hicieron aquellos judíos repatriados fue levantar nuevamente altar a Jehová y restaurar el culto de adoración a Dios, aún antes de iniciar la reconstrucción del templo; y vimos que eso es figura en el cristiano que se ha “reconciliado” con Dios que de forma inmediata lo primero que debe hacer cuando regresa al rebaño del Señor es presentar su sacrificio a Dios, recordando que como templos del Espíritu Santo tenemos altar en nuestra vida, el cual cuando sucumben ante el diablo es derribado, pero que al regresar a Dios debe ser levantado inmediatamente, sabiendo que ese altar en nosotros es la consagración.

También estudiamos, en la figura del altar, que el cordero degollado es figura de entregar nuestra cabeza, nuestros razonamientos para que Cristo sea nuestra cabeza y vaya renovando nuestra vida. Significa renunciar a nuestros planes y metas, para aceptar los de Dios. Es entrega total a Dios. También estudiamos que el cordero desollado es figura de renunciar a las apariencias, las hipocresías la religiosidad, y que cuando al cordero le quitaban la grasa es figura de renunciar a todo aquello que nos produce orgullo, así como el cordero incinerado en el altar hasta quedar solo cenizas es figura de hacer morir al YO. Finalmente estudiamos que el culto restaurado es figura del restablecimiento de nuestra comunión con Dios, por lo que se debe tener libertad para acercarse a Él confiadamente para presentar nuestra alabanza y adoración, sin perder tiempo. Ahora estudiaremos como iniciaron la reconstrucción del templo, y que figuras tiene La Palabra para nosot

ros.

I. LA RECONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO.

Esdras 3:8 – 10 Comparar con Hageo Cap 1
8 Y en el segundo año de su llegada a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, y los demás de sus hermanos los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén, comenzaron la obra y designaron a los levitas de veinte años arriba para dirigir la obra de la casa del SEÑOR. 9 Entonces Jesúa con sus hijos y sus hermanos, Cadmiel con

sus hijos, los hijos de Judá y los hijos de Henadad con sus hijos y sus hermanos los levitas, se presentaron todos a una para dirigir a los obreros en la casa de Dios. 10 Cuando los albañiles terminaron de echar los cimientos del templo del SEÑOR, se presentaron los sacerdotes en sus vestiduras, con trompetas, y los levitas, hijos de Asaf, con címbalos, para alabar al SEÑOR conforme a las instrucciones del rey David de Israel.

Algo que llama mucho la atención es que aunque la reconstrucción de

l templo la realizaron expertos albañiles, muy probablemente lo que

ahora llamamos “maestro de obras”, quienes dirigieron la reconstrucción fueron Zorobabel y los sacerdotes. Esto es debido a que ¿Quién mejor para dirigir la reconstrucción que Zorobabel, que es figura de Cristo? ¿Quién conoce mejor los planos del templo que el Espíritu Santo? Por esto Dios nos ha dado al espíritu de Cristo y el Espíritu Santo para que sepamos cómo debemos construir el templo de Dios en nosotros.

1 Corintios 2:11 – 12
11 Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente,

1 Corintios 2:16
Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE DEL SEÑOR, PARA QUE LE INSTRUYA? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.
Todos estamos llamados a edificar el templo de Dios en nosotros, por eso debemos poner atención a lo que dicen las Escrituras.

1Corintios 3:10 – 17
10 Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como sabio arquitecto, puse el fundamento, y otro edifica sobre él. Pero cada uno tenga cuidado cómo edifica encima. 11 Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Ahora bien, si sobre este fundamento alguno edifica con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, 13 la obra de cada uno se hará evidente; porque el día la dará a conocer, pues con fuego será revelada; el fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno. 14 Si permanece la obra de alguno que ha edificado sobre el fundamento, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno es consumida por el fuego, sufrirá pérdida; sin embargo, él será salvo, aunque así como por fuego. 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 17 Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que vosotros sois.

La Palabra nos enseña claramente que nuestros pastores, en algunos casos apóstoles, han colocado en nosotros el fundamento, los cimientos del templo, es decir, la salvación por fe en la sangre del sacrificio del Cordero de Dios, de Jesucristo. Ese fundamento nadie lo puede quitar; se puede edificar sobre ese fundamento, se puede edificar con doctrina sólida y sana, se puede edificar con ritos religiosos, se puede edificar con vanas filosofías, pero el fundamento de la salvación por fe en Jesucristo nadie lo puede cambiar.

Por eso es que existen tantas denominaciones cristianas: bautistas, metodistas, centroamericanos, presbiterianos, pentecosteses, neo pentecosteses, etcétera, quienes edifican sobre el fundamento que es Cristo, pero enfatizando su identificación haciendo más énfasis en una parte del evangelio que en otras. Todos esas denominaciones con doctrinas específicas que las identifican, y muchas veces las circunscriben y las limitan, no dejando que todo el potencial del evangelio se desarrolle en ellos; por eso es que hay iglesias adoptando doctrinas “light” o “cool” como la doctrina de la prosperidad, las iglesias electrónicas o virtuales, siempre y cuando envíen sus ofrendas y diezmos, y otras.

Lo importante de esto es que todos nosotros debemos estar consientes que tarde o temprano cada uno dará cuentas de cómo edificó el templo de Dios en su propia vida, porque la edificación que hagamos será probada por fuego para ver si la edificación fue adecuada y resistente o no. El fuego tipifica las luchas, las dificultades, los problemas, las enfermedades, etcétera; las cuáles ponen a prueba nuestra edificación.

Es en el fuego donde se verifica si hemos edificado con oro, plata y piedras preciosas; que es figura de la fe, de las sanas doctrinas, de los dones del Espíritu, de los frutos del Espíritu. Porque muchas personas están edificando con madera, heno y paja, que son figura de religiosidad, de ritos, de doctrinas humanas, de vanas filosofías. Es en el fuego en donde se prueba si solamente tenemos religión o el evangelio se ha vuelto un estilo de vida en nosotros. Es el fuego lo que va a determinar si obtenemos recompensa o pérdida, porque cuando pasamos la prueba y salimos victoriosos recibimos premio de parte de Dios; pero cuando sufrimos pérdida debemos empezar de nuevo a edificar, nos entristecemos, nos duele; pero al final es necesario para que veamos que es necesario tener una verdadera vida en Cristo.

II. CONSECUENCIAS DE EDIFICAR CASA EN LUGAR DE TEMPLO

Hageo 1:4 – 10
4 ¿Es acaso tiempo para que vosotros habitéis en vuestras casas artesonadas mientras esta casa está desolada? 5 Ahora pues, así dice el SEÑOR de los ejércitos: Considerad bien vuestros caminos. 6 Sembráis mucho, pero recogéis poco; coméis, pero no hay suficiente para que os saciéis; bebéis, pero no hay suficiente para que os embriaguéis; os vestís, pero nadie se calienta; y el que recibe salario, recibe salario en bolsa rota. 7 Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Considerad bien vuestros caminos. 8 Subid al monte, traed madera y reedificad el templo, para que me agrade de él y yo sea glorificado--dice el SEÑOR. 9 Esperáis mucho, pero he aquí, hay poco; y lo que traéis a casa, yo lo aviento. ¿Por qué?--declara el SEÑOR de los ejércitos--. Por causa de mi casa que está desolada, mientras cada uno de vosotros corre a su casa. 10 Por tanto, por causa vuestra, los cielos han retenido su rocío y la tierra ha retenido su fruto.

Hageo 2:15 – 19
15 "Ahora pues, considerad bien esto de hoy en adelante: antes que se pusiera piedra sobre piedra en el templo del SEÑOR, 16 desde aquel tiempo, venía alguno a un montón de veinte medidas, y había sólo diez; venía alguno al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había sólo veinte. 17 "Os herí con viento abrasador, con añublo y con granizo en toda obra de vuestras manos; pero ninguno de vosotros se volvió a mí"--declara el SEÑOR. 18 "Pero considerad bien esto desde hoy en adelante, desde el día veinticuatro del mes noveno; desde el día en que se pusieron los cimientos del templo del SEÑOR, considerad bien: 19 "¿Está todavía la semilla en el granero? Todavía la vid, la higuera, el granado y el olivo no han dado fruto; pero desde hoy yo os bendeciré."

Hay algunos cristianos que se dedican a edificar su propia casa, es decir, se dedican tiempo y dinero a sí mismos, a vestir bien, a tener buen carro, a tener una gran casa, etcétera; pero no dedican tiempo para edificar su templo, no apartan tiempo para orar, leer La Biblia, ir a la iglesia. El no dedicar tiempo para edificar el templo de Dios en nosotros trae consecuencias, hay quienes trabajan duro, trabajan horas extras, tienen dos trabajos, pero no les alcanza lo que ganan, a otros pareciera que les persiguen los problemas, pero no se examinan a sí mismos y no se dan cuenta que no les sucede lo que quieren porque no están edificando templo al Señor.

III. LLAMADO A EDIFICAR EL TEMPLO EN NOSOTROS

Hageo 2:1 – 5
1 El día veintiuno del mes séptimo, vino la palabra del SEÑOR por medio del profeta Hageo, diciendo: 2 Habla ahora a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y al remanente del pueblo, diciendo: 3 "¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto este templo en su gloria primera? ¿Y cómo lo veis ahora? Tal como está, ¿no es como nada a vuestros ojos? 4 "Pero ahora, esfuérzate, Zorobabel"--declara el SEÑOR-- "esfuérzate tú también, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote, y esforzaos todos vosotros, pueblo de la tierra"--declara el SEÑOR-- "y trabajad, porque yo estoy con vosotros"--declara el SEÑOR de los ejércitos. 5 "Conforme a la promesa que os hice cuando salisteis de Egipto, mi Espíritu permanece en medio de vosotros; no temáis."

Cuando nosotros estamos reedificando templo, sobre todo cuando estuvimos un tiempo extraviados de la verdad, y comparamos nuestra vida espiritual de cuando estábamos en el primer amor, nos parece como si lo de ahora es como nada comparado con el principio, por eso Dios nos hace el llamado “esfuérzate”. El Señor sabe que la tarea de reedificar es más difícil que cuando edificamos la primera vez, y por eso nos anima, y nos dice “trabajad, porque yo estoy con vosotros”.

Zacarías 4:6 Continuó él, y me dijo: Esta es la palabra del SEÑOR a Zorobabel: "No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu"--dice el SEÑOR de los ejércitos.

Dios también nos dice que lograremos reedificar si lo hacemos no confiando en nosotros mismos, no confiando en nuestras fuerzas y capacidades, sino confiando en que el Espíritu de Dios es quien actúa poderosamente en nosotros.


CONCLUSIÓN

Hageo 2:9
"La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera"--dice el SEÑOR de los ejércitos-- "y en este lugar daré paz"--declara el SEÑOR de los ejércitos.