EL AMOR DE DIOS parte III
TEMA: EL AMOR DE DIOS parte III
PASTOR GENERAL ANTONELY RODAS
IGLESIA CRISTIANA GENESARET
En la anterior enseñanza vimos que tanto la víctima y el victimario, ambos son alcanzados por la misericordia de Dios para que puedan disfrutar del Amor Eterno del Padre Celestial, en ese mismo orden el Espíritu Santo quiere seguir convenciendo que no hay dolencia o circunstancia difícil que no pueda ser cubierta por el Amor de Dios.
La Palabra nos da garantía del Amor de Dios, aún cuando hayamos tenido un extremo sufrimiento a consecuencia de que nos falló un ser amado; dicho sufrimiento puede sumir en un cuadro de aflicción, angustia, dolor, y agonía.
Isaías 49:15 NVI "¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!
Salmo 27:10 RV60 Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.
Jehová en estos dos versos habla a sus hijos y nos da el ejemplo extremista si una madre abandona a su hijo o lo olvida, debemos tener la certeza que Él no nos olvidará porque él nos ama con Amor Eterno.
Es importante discernir la dimensión de las Promesas que contiene la Palabra de Dios, el mismo Señor Jesús hablándole a sus discípulos les dijo que no los dejaría huérfanos.
Juan 14:18 RV60 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
El Espíritu Santo es Dios supliendo la necesidad de ser consolados, guardarnos y protegernos; sólo por el Espíritu podemos reconocer que el Señorío de Jesús va más allá de las instancias de una confesión verbal, sino que trasciende los límites racionales del ser humano, porque nos convence que todo lo material no suple lo que pueda producir el amar la Palabra.
Juan 14:21 RV60 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
GUARDAR: Implica hacerlos suyos y obedecerlos
Hoy es un buen tiempo para dejar todo atrás; lamento, frustración, dolor, porque si no somos capaces de dejar todo esto atrás no gozaremos la Vida Zoé, por eso no sé como este en este momento su corazón, pero el Espíritu Santo que lo escudriña todo hoy le exhorta que presente su corazón al altar para que el derrame de su gracia y misericordia, sanándolo.
Salmo 147:3 RV60 El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas.
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