CONFIANDO EN EL FUTURO, CONFIANDO EN EL SEÑOR
TEMA: CONFIANDO EN EL FUTURO, CONFIANDO EN EL SEÑOR
IGLESIA CRISTIANA GENESARET
MAESTRO DE LA PALABRA Dr. KENNET ANLEU
DOMINGO 2 DE ENERO DEL 2011
Isaias 60:1 – 2
1 Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz y la gloria del SEÑOR ha amanecido sobre ti. 2 Porque he aquí, tinieblas cubrirán la tierra y densa oscuridad los pueblos; pero sobre ti amanecerá el SEÑOR, y sobre ti aparecerá su gloria.
INTRODUCCIÓN:
Hoy 02 de enero estamos realizando el primer culto del año 2011. Muchas personas finalizaron el 2010 con un presente oscuro, desesperanzador, algunos pensarán que no existe razón para tener fe y esperanza que todo mejorará en el nuevo año que estamos iniciando, otros probablemente no desean ni pensar que es un nuevo año porque auguran tiempos más sombríos y difíciles, pero hermoso que tiene nuestro Señor es que siempre nos da razones para tener confianza para enfrentar nuevos retos en la vida.
Algunas personas, incluyendo algunos cristianos, sienten que su vida está cubierta de tinieblas, y su oscuridad es tan densa, tan espesa, que hasta casi pueden tocarla; pero Dios nos ha hecho una promesa: ¡A nosotros ha llegado su luz y la gloria del SEÑOR ha amanecido sobre nosotros! Y si creemos en la promesa de Dios, confiemos, que su gloria aparecerá sobre nosotros.
1. NECESIDAD DE ESTAR EN LOS PLANES DE DIOS
Jeremías 29:10 – 14
10 Pues así dice el SEÑOR: "Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, yo os visitaré y cumpliré mi buena palabra de haceros volver a este lugar. 11 "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros"--declara el SEÑOR-- "planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. 12 "Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. 13 "Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. 14 "Me dejaré hallar de vosotros"--declara el SEÑOR-- "y restauraré vuestro bienestar y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os expulsé"--declara el SEÑOR-- "y os traeré de nuevo al lugar de donde os envié al destierro."
2. EN MEDIO DE LA VIOLENCIA Y DESTRUCCIÓN.
10 Pues así dice el SEÑOR: "Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, yo os visitaré y cumpliré mi buena palabra de haceros volver a este lugar. 11 "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros"--declara el SEÑOR-- "planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. 12 "Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. 13 "Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. 14 "Me dejaré hallar de vosotros"--declara el SEÑOR-- "y restauraré vuestro bienestar y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os expulsé"--declara el SEÑOR-- "y os traeré de nuevo al lugar de donde os envié al destierro."
2. EN MEDIO DE LA VIOLENCIA Y DESTRUCCIÓN.
Isaías 60:18 No se oirá hablar más de violencia en tu tierra, ni de desolación, ni de destrucción dentro de tus límites; sino que llamarás a tus murallas salvación y a tus puertas alabanza.
3. EL ENEMIGO INTERNO: EL DESÁNIMO, EL DEBILITAMIENTO, LA CEGUERA Y LA SORDERA.
3. EL ENEMIGO INTERNO: EL DESÁNIMO, EL DEBILITAMIENTO, LA CEGUERA Y LA SORDERA.
Isaías 35:3 – 6
3 Fortaleced las manos débiles y afianzad las rodillas vacilantes. 4 Decid a los de corazón tímido: Esforzaos, no temáis. He aquí, vuestro Dios viene con venganza; la retribución vendrá de Dios mismo, mas El os salvará. 5 Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se destaparán. 6 El cojo entonces saltará como un ciervo, y la lengua del mudo gritará de júbilo, porque aguas brotarán en el desierto y arroyos en el Arabá.
3 Fortaleced las manos débiles y afianzad las rodillas vacilantes. 4 Decid a los de corazón tímido: Esforzaos, no temáis. He aquí, vuestro Dios viene con venganza; la retribución vendrá de Dios mismo, mas El os salvará. 5 Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se destaparán. 6 El cojo entonces saltará como un ciervo, y la lengua del mudo gritará de júbilo, porque aguas brotarán en el desierto y arroyos en el Arabá.
4. EL TEMOR DE SER ABANDONADO POR DIOS.
Isaías 12:1 – 3
1 Y en aquel día dirás: Te doy gracias, oh SEÑOR, porque aunque estabas airado conmigo, se ha apartado tu ira y me has consolado. 2 He aquí, Dios es mi salvador, confiaré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi salvación. 3 Con gozo sacarás agua de los manantiales de la salvación.
1 Y en aquel día dirás: Te doy gracias, oh SEÑOR, porque aunque estabas airado conmigo, se ha apartado tu ira y me has consolado. 2 He aquí, Dios es mi salvador, confiaré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi salvación. 3 Con gozo sacarás agua de los manantiales de la salvación.
5. CONFIANDO EN DIOS PARA ENFRENTAR EL FUTURO
a. Debemos de tener esperanza, y estar llenos de gozo y paz.
Romanos 15:13 Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
b. No desfallecer aunque las circunstancias, y aún nuestro propio cuerpo nos digan cosas negativas.
b. No desfallecer aunque las circunstancias, y aún nuestro propio cuerpo nos digan cosas negativas.
2 Corintios 4:16 – 18
16 Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. 17 Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, 18 al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
c. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
16 Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. 17 Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, 18 al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
c. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Filipenses 4:10 – 13
10 Me alegré grandemente en el Señor de que ya al fin habéis reavivado vuestro cuidado para conmigo; en verdad, antes os preocupabais, pero os faltaba la oportunidad. 11 No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
d. Hagamos la obra de Dios hasta el fin.
10 Me alegré grandemente en el Señor de que ya al fin habéis reavivado vuestro cuidado para conmigo; en verdad, antes os preocupabais, pero os faltaba la oportunidad. 11 No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
d. Hagamos la obra de Dios hasta el fin.
Hebreos 6:9 – 12
9 Pero en cuanto a vosotros, amados, aunque hablemos de esta manera, estamos persuadidos de las cosas que son mejores y que pertenecen a la salvación. 10 Porque Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos. 11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para alcanzar la plena seguridad de la esperanza, 12 a fin de que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas.
9 Pero en cuanto a vosotros, amados, aunque hablemos de esta manera, estamos persuadidos de las cosas que son mejores y que pertenecen a la salvación. 10 Porque Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos. 11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para alcanzar la plena seguridad de la esperanza, 12 a fin de que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas.
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